El invierno hará oficialmente su entrada en México el 21 de diciembre, cuando el Sol alcance su posición más meridional en el cielo y dé lugar al solsticio de invierno. Este evento astronómico marca el inicio de la temporada más fría del año en el hemisferio norte y trae consigo cambios notables en el clima, la duración del día y las actividades cotidianas.
A partir de esta fecha, los días se vuelven más cortos y las noches más largas, un fenómeno que afecta tanto al ritmo de vida como a las condiciones ambientales en buena parte del país. Aunque México no experimenta inviernos extremos como otras latitudes, las temperaturas pueden descender de forma importante, especialmente en estados del norte y zonas montañosas del centro.
Regiones como Chihuahua, Durango y Sonora suelen registrar heladas frecuentes, mientras que en la Ciudad de México y el Estado de México las madrugadas frías se vuelven parte del panorama cotidiano. En contraste, estados del sur y la Península de Yucatán mantienen un clima más templado, aunque también experimentan descensos térmicos moderados.
Las autoridades meteorológicas recomiendan prepararse para la temporada con medidas básicas como proteger a niños y adultos mayores, evitar cambios bruscos de temperatura y mantenerse informado sobre los frentes fríos, que suelen intensificarse durante esta época.
Con la llegada del invierno, México se prepara para unos meses donde el frío, las festividades y el recogimiento se combinan, marcando el cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo bajo las noches más largas del año.


















