¿Qué son las mandas y por qué se realizan a la Virgen de Guadalupe? La tradición que mueve la fe de millones

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Las mandas forman parte de una de las expresiones religiosas más arraigadas en México y alcanzan su mayor visibilidad cada 12 de diciembre, cuando millones de personas visitan la Basílica de Guadalupe. Este compromiso espiritual consiste en ofrecer una acción, sacrificio o acto de agradecimiento tras recibir un favor atribuido a la Virgen de Guadalupe, o como petición de apoyo en situaciones personales o familiares.

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, las mandas son “promesas religiosas que integran elementos culturales, sociales y simbólicos”, cuya práctica se ha transmitido por generaciones. Estas pueden incluir caminar largas distancias, asistir de rodillas al templo, realizar donativos o cumplir acciones de carácter comunitario.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) explica que las mandas no buscan el sufrimiento físico, sino expresar devoción y asumir un compromiso personal. “La manda es un acto libre de fe, no una obligación impuesta”, señaló en un comunicado el organismo eclesiástico, destacando que esta práctica se mantiene vigente porque representa una forma de conexión emocional y espiritual para millones de creyentes.

En México, la tradición guadalupana combina elementos históricos y culturales, lo que ha permitido que las mandas adquieran significados distintos según cada devoto. Para especialistas, esta diversidad explica su permanencia como parte fundamental de las celebraciones del 12 de diciembre.

La continuidad de las mandas evidencia la fuerza de la devoción guadalupana y su papel como una de las prácticas religiosas más extendidas en el país.