Sídney, Australia — Al menos 15 personas murieron y más de 40 resultaron heridas tras un tiroteo masivo ocurrido en la playa de Bondi Beach, en Sídney, durante un evento que marcaba el inicio de la festividad judía de Hanukkah. De acuerdo con información de la BBC, las autoridades australianas investigan el hecho como un ataque terrorista.
Según reportes oficiales, los atacantes fueron un padre y su hijo, quienes abrieron fuego contra una multitud de más de mil personas reunidas en el lugar. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó que ambos actuaron de manera individual y que no formaban parte de una célula mayor, aunque estaban motivados por una ideología extremista.
La policía de Nueva Gales del Sur informó que uno de los agresores murió tras el ataque, mientras que el segundo se encuentra bajo custodia y gravemente herido. Medios australianos, citados por la BBC, los identificaron como Sajid Akram y su hijo Naveed Akram. En la investigación se analizan posibles vínculos con el grupo extremista Estado Islámico, hipótesis que aún no ha sido confirmada de manera definitiva.
El ataque ocurrió la tarde del domingo y se prolongó por varios minutos, generando escenas de pánico entre los asistentes. Testigos relataron que los disparos provinieron desde un puente peatonal cercano a la playa. Un civil logró desarmar a uno de los atacantes, acción que fue reconocida públicamente por autoridades estatales como un acto de valentía que pudo salvar vidas.
Entre las víctimas mortales se encuentran menores de edad, líderes religiosos judíos y personas de distintas nacionalidades, incluyendo ciudadanos israelíes y europeos. Las edades de los fallecidos van desde los 10 hasta los 87 años, según la policía. Varios heridos permanecen en estado crítico.
El gobierno australiano expresó su condena al ataque y anunció que revisará nuevamente su legislación sobre armas, una de las más estrictas del mundo. Asimismo, se informó que se realizará una investigación exhaustiva e independiente para esclarecer lo ocurrido.
El atentado ha generado conmoción nacional e internacional y es considerado, según la BBC, el más grave en Australia desde la masacre de Port Arthur en 1996.
