El uso de pirotecnia durante las fiestas decembrinas en México es una práctica arraigada en la historia, la religión y la vida comunitaria del país. Aunque cada año genera debates por sus riesgos y efectos, su presencia en celebraciones como Navidad, Año Nuevo y festividades patronales responde a tradiciones con siglos de antigüedad y significados culturales específicos.
Origen histórico y significado cultural
La pirotecnia llegó a México durante la época colonial, introducida por los españoles, quienes ya la utilizaban en celebraciones religiosas y eventos civiles en Europa. De acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los fuegos artificiales se incorporaron rápidamente a las festividades locales y se mezclaron con rituales indígenas, donde el fuego tenía un valor simbólico asociado a la renovación, la protección y la comunicación con lo divino.
Durante las fiestas decembrinas, especialmente en Navidad y Año Nuevo, la pirotecnia se utiliza como un elemento de celebración colectiva. En el caso del Año Nuevo, el sonido de los cohetes y luces en el cielo simboliza el cierre de un ciclo y la bienvenida de uno nuevo, una práctica que se replica en distintos países, pero que en México adquirió características propias.
Uso religioso y comunitario
La Secretaría de Cultura señala que en muchas comunidades del país la pirotecnia está vinculada a celebraciones religiosas, como posadas, pastorelas y fiestas patronales realizadas en diciembre. En estos contextos, los fuegos artificiales anuncian el inicio o el cierre de los eventos, acompañan procesiones y refuerzan el sentido de identidad comunitaria.
En estados como el Estado de México, Puebla y Tlaxcala, la fabricación artesanal de pirotecnia también representa una actividad económica tradicional que se intensifica en la temporada decembrina, debido al aumento en la demanda.
Contexto actual y regulaciones
En años recientes, autoridades federales y estatales han reforzado los llamados al uso responsable de pirotecnia. La Coordinación Nacional de Protección Civil advierte que durante diciembre se incrementan los accidentes relacionados con cohetes, principalmente quemaduras y lesiones en manos y oídos, así como incendios.
Por su parte, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que los accidentes por quemaduras presentan un aumento estacional en los meses de fin de año, lo que ha llevado a diversos gobiernos locales a restringir o regular su venta y uso, especialmente en zonas urbanas.
Debate social y perspectivas
El uso de pirotecnia también ha generado discusiones por su impacto en personas con hipersensibilidad auditiva, adultos mayores, niños y animales domésticos. A pesar de ello, especialistas en antropología cultural de la UNAM señalan que su permanencia en las fiestas decembrinas se explica por su fuerte carga simbólica y su función como elemento de cohesión social.
La pirotecnia en las fiestas decembrinas en México no es un fenómeno reciente, sino una tradición con raíces históricas, religiosas y culturales profundas. En el contexto actual, su uso se mantiene entre la preservación de las costumbres y la necesidad de promover celebraciones más seguras, en un equilibrio que continúa siendo tema de atención pública cada fin de año.



















