La titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández, se vio envuelta en una controversia pública luego de que fuera acusada de promover un boicot contra la empresa de telecomunicaciones Totalplay, propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego, lo que generó críticas y reacciones de distintos sectores.
La acusación surgió tras un conversatorio titulado “Hay futuro y es de izquierda”, realizado en el Congreso de la Ciudad de México, donde Hernández habló sobre el activismo de jóvenes frente a consecuencias como injusticias y conflictos sociales. En ese contexto, mencionó como ejemplo que, si se promoviera un boicot, los gobiernos afines no deberían mantener contratos con empresas como Totalplay.
La declaración fue interpretada en redes sociales y por sectores críticos como un llamado a dejar de consumir productos de Grupo Salinas hasta que sus empresas cumplan con obligaciones fiscales pendientes, en un momento en que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha anunciado que pedirá en enero de 2026 el pago de más de 51 mil millones de pesos en impuestos atrasados.
Ante la controversia y las críticas, Citlalli Hernández negó que haya hecho un llamado explícito al boicot o que haya hablado en función de su cargo público, y aclaró que participó en el diálogo invitada para hablar sobre cómo se puede ejercer activismo y militancia frente a injusticias, mencionando que el cambio en los hábitos de consumo puede ser una forma de expresión social.
La polémica escaló cuando voces críticas consideraron que su comentario fue interpretado como una incitación a afectar económicamente a una empresa privada, lo que generó debates sobre el papel que deben tener los servidores públicos en temas que involucran actores empresariales y su relación con el Estado.