La temporada navideña representa uno de los periodos de mayor actividad para el comercio informal en México, un sector que, de acuerdo con cifras oficiales, continúa teniendo un peso relevante en la economía nacional. En 2024, la economía informal aportó 25.4 % del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el 74.6 % restante fue generado por actividades formales, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Durante diciembre, el incremento en el consumo asociado a las festividades de fin de año favorece la expansión de actividades comerciales no registradas, principalmente en la venta de alimentos, ropa, juguetes, artículos decorativos y servicios temporales. Este fenómeno se observa de manera recurrente en zonas urbanas y centros comerciales informales del país.
Un sector amplio con menor productividad
El INEGI señala que más de la mitad de la población ocupada en México, equivalente al 54.4 %, trabaja en condiciones de informalidad laboral. Sin embargo, esta proporción no se traduce en una aportación económica equivalente, ya que el sector informal genera solo una cuarta parte del PIB nacional, lo que refleja diferencias importantes en productividad y acceso a recursos frente al empleo formal.
De acuerdo con la Medición de la Economía Informal (MEI), el comercio es la actividad que concentra la mayor participación dentro de la economía informal, con alrededor del 29 % del valor generado por este sector. Le siguen servicios diversos, transporte y construcción, actividades que también registran repuntes durante temporadas de alta demanda como la Navidad.
Impacto estacional y retos estructurales
Especialistas en economía laboral coinciden en que el comercio informal funciona como una alternativa de ingresos para miles de familias, especialmente en contextos donde el empleo formal resulta insuficiente o inaccesible. Sin embargo, advierten que la alta dependencia de este sector implica desafíos para el crecimiento económico, la recaudación fiscal y la protección social de los trabajadores.
Autoridades estadísticas han señalado que la informalidad no solo responde a factores económicos, sino también a barreras administrativas, costos de regulación y falta de acceso a financiamiento para pequeños negocios, condiciones que se intensifican en periodos de alta rotación comercial como el cierre del año.
Perspectivas hacia el cierre de año
Con la llegada de las fiestas decembrinas, el comercio informal mantiene su papel como una fuente relevante de ingresos para una parte significativa de la población, aunque persisten los retos para su integración a la economía formal. Analistas subrayan la importancia de fortalecer políticas públicas que promuevan la formalización gradual, sin afectar la subsistencia de quienes dependen de estas actividades.