Después de las celebraciones navideñas, el consumo elevado de bebidas alcohólicas puede provocar diversos efectos adversos en el organismo, tanto inmediatos como a mediano plazo. Autoridades sanitarias en México y organismos internacionales advierten que exceder las cantidades recomendadas incrementa riesgos para la salud, especialmente en el sistema digestivo, cardiovascular y hepático, por lo que llaman a retomar hábitos moderados y a identificar señales de alerta.
Efectos a corto plazo en el organismo
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), uno de los efectos más frecuentes del consumo excesivo de alcohol es la deshidratación, ya que el alcohol actúa como diurético y favorece la pérdida de líquidos y electrolitos. Esta condición puede derivar en dolor de cabeza, fatiga, mareos y disminución de la concentración.
Otro impacto inmediato se observa en la presión arterial. La Secretaría de Salud señala que la ingesta elevada de alcohol puede provocar aumentos transitorios de la presión, así como alteraciones en la frecuencia cardiaca, lo que representa un riesgo mayor en personas con hipertensión o enfermedades cardiovasculares previas.
El hígado también resulta afectado. Incluso en periodos cortos de consumo intenso, este órgano se ve obligado a metabolizar grandes cantidades de alcohol, lo que puede generar inflamación hepática temporal y alteraciones en los niveles de enzimas, según información del IMSS.
Riesgos más comunes tras las fiestas
Además de los efectos inmediatos, las autoridades sanitarias advierten riesgos frecuentes después de temporadas festivas, como gastritis, reflujo, alteraciones del sueño y disminución de defensas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el consumo nocivo de alcohol está asociado con más de 200 enfermedades y trastornos, y que los episodios de ingesta excesiva aumentan la probabilidad de accidentes, caídas y lesiones.
En México, la Secretaría de Salud ha reiterado que el alcohol puede interactuar negativamente con medicamentos de uso común, como analgésicos o fármacos para la presión, lo que incrementa el riesgo de efectos adversos.
Recomendaciones médicas generales
Especialistas de instituciones públicas recomiendan retomar la hidratación adecuada, priorizando el consumo de agua simple, así como mantener una alimentación balanceada rica en frutas y verduras. También sugieren evitar el consumo de alcohol durante varios días posteriores a las fiestas para permitir la recuperación del organismo.
El IMSS aconseja acudir a valoración médica si se presentan síntomas persistentes como dolor abdominal, náuseas continuas, coloración amarillenta en la piel u ojos, o elevaciones sostenidas de la presión arterial.
Las autoridades de salud coinciden en que el consumo moderado y responsable de alcohol es clave para prevenir complicaciones posteriores a las celebraciones. Reconocer los efectos del exceso y atender las recomendaciones médicas puede contribuir a un inicio de año con mejores condiciones de salud.



















