El día después de Navidad: qué cambios experimenta el cuerpo tras los excesos decembrinos

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Luego de las celebraciones navideñas, el organismo inicia un proceso natural de ajuste para recuperar su equilibrio. Cambios en el metabolismo, el sistema digestivo y los niveles de hidratación son algunas de las respuestas más comunes del cuerpo tras un periodo caracterizado por un mayor consumo de alimentos, azúcares, grasas y bebidas alcohólicas, de acuerdo con información de instituciones de salud y universidades.

Metabolismo: adaptación tras el aumento calórico

Durante las festividades decembrinas suele registrarse un incremento en la ingesta calórica diaria. Según información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el metabolismo responde a este exceso almacenando energía en forma de glucógeno y grasa corporal. Al día siguiente de Navidad, el cuerpo comienza a utilizar estas reservas, especialmente si se retoman horarios y porciones habituales de alimentación.

Especialistas en nutrición de universidades públicas en México explican que este ajuste metabólico puede provocar sensación de cansancio o pesadez, ya que el organismo prioriza la digestión y el procesamiento de nutrientes. También se puede presentar una ligera variación en los niveles de glucosa, especialmente en personas con antecedentes de diabetes o resistencia a la insulina.

Sistema digestivo: entre la saturación y la recuperación

El sistema digestivo es uno de los más afectados tras las comidas abundantes. El IMSS señala que el consumo elevado de grasas, sal y alcohol puede ocasionar inflamación abdominal, reflujo gástrico, acidez o digestiones lentas en las horas posteriores a la Navidad.

Investigaciones de facultades de Medicina y Nutrición de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican que el hígado y el páncreas trabajan de manera intensiva para metabolizar grasas y azúcares. Este esfuerzo adicional explica la sensación de malestar general o náuseas leves que algunas personas experimentan al día siguiente.

Retomar una alimentación ligera, rica en fibra y con horarios regulares contribuye a que el sistema digestivo recupere su funcionamiento habitual en uno o dos días, dependiendo de cada organismo.

Hidratación: un factor clave tras las celebraciones

Otro cambio frecuente después de Navidad es la deshidratación leve. El consumo de bebidas alcohólicas, café y refrescos, sumado a una menor ingesta de agua simple, favorece la pérdida de líquidos, de acuerdo con el IMSS.

Universidades con programas de ciencias de la salud advierten que la deshidratación puede manifestarse con dolor de cabeza, sequedad en la boca, fatiga y disminución de la concentración. Reponer líquidos mediante agua natural y alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras, es fundamental para restablecer el equilibrio hídrico.

El día después de Navidad representa una etapa de ajuste fisiológico para el cuerpo. Aunque los cambios en metabolismo, digestión e hidratación suelen ser temporales, especialistas coinciden en que regresar gradualmente a hábitos saludables facilita la recuperación y reduce molestias. Escuchar las señales del organismo y mantener una alimentación equilibrada son medidas clave para iniciar el periodo posterior a las fiestas de manera adecuada.