Tras las celebraciones decembrinas, médicos veterinarios en México advierten sobre un incremento en consultas relacionadas con intoxicaciones alimentarias y cuadros de estrés en mascotas. Restos de comida, ruidos intensos y cambios en la rutina representan riesgos frecuentes para perros y gatos, por lo que especialistas recomiendan vigilancia y cuidados específicos en los días posteriores a Navidad.
Durante las fiestas de fin de año es común que las mascotas estén expuestas a alimentos y estímulos que no forman parte de su vida cotidiana. De acuerdo con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM (FMVZ-UNAM), uno de los principales motivos de atención tras Navidad es la ingestión de alimentos peligrosos. Entre los productos que pueden causar intoxicación se encuentran el chocolate, uvas y pasas, cebolla, ajo, huesos cocidos, alcohol y platillos con alto contenido de grasa o sal.
La FMVZ-UNAM señala que estos alimentos pueden provocar desde vómitos y diarrea hasta alteraciones neurológicas y fallas orgánicas, dependiendo de la cantidad ingerida y del tamaño del animal. En este contexto, especialistas recomiendan evitar ofrecer “sobras” de la cena y mantener los restos fuera del alcance de perros y gatos.
Otro factor relevante es el estrés por ruido, asociado a reuniones numerosas, música a alto volumen y, en algunos casos, pirotecnia. El Colegio Mexicano de Médicos Veterinarios Zootecnistas ha indicado que los ruidos intensos pueden generar ansiedad, taquicardia, temblores y conductas de escape en las mascotas.
“Los animales tienen una sensibilidad auditiva mayor que la humana, por lo que sonidos que para las personas resultan tolerables pueden ser altamente estresantes para ellos”, advierten especialistas del gremio veterinario.
Tras las festividades, es importante observar señales de alerta que indiquen un problema de salud. Entre ellas se encuentran falta de apetito, decaimiento, vómitos persistentes, diarrea, dificultad para respirar, salivación excesiva o cambios bruscos de comportamiento. Ante cualquiera de estos signos, los veterinarios recomiendan acudir de inmediato a una clínica y evitar la automedicación.
Además, los expertos sugieren retomar cuanto antes la rutina habitual de alimentación, paseos y descanso, así como proporcionar espacios tranquilos para que las mascotas se recuperen del ajetreo festivo. Mantener agua fresca disponible y una dieta balanceada contribuye a prevenir complicaciones posteriores.
El periodo posterior a Navidad representa un momento clave para reforzar la atención y el cuidado de las mascotas en los hogares mexicanos. La prevención, la observación constante y la consulta oportuna con profesionales veterinarios son medidas fundamentales para garantizar su bienestar tras las celebraciones.