Cada inicio de año llega cargado de propósitos: hacer ejercicio, ahorrar, comer mejor, aprender algo nuevo o cuidar la salud mental. El problema no es proponerse metas, sino abandonarlas antes de febrero. Para que eso no pase, aquí van algunos consejos prácticos y realistas.
1. Menos metas, más enfoque
No intentes cambiar toda tu vida en enero. Elige dos o tres metas prioritarias y concéntrate en ellas. Es mejor cumplir pocas que abandonar muchas.
2. Divide tu objetivo en pasos pequeños
En lugar de “quiero bajar 10 kilos”, plantea acciones concretas: caminar 30 minutos al día, tomar más agua o cocinar en casa tres veces por semana. Lo pequeño también cuenta.
3. Sé flexible, no perfecto
Fallaste un día o una semana… no pasa nada. El error más común es pensar que todo está perdido. Retoma sin culpas y sigue adelante.
4. Crea rutinas que sí encajen contigo
No te obligues a horarios o hábitos imposibles. Ajusta tus metas a tu realidad: trabajo, familia y descanso. La constancia vale más que la intensidad.
5. Busca apoyo
Compartir tus metas con alguien de confianza ayuda a mantenerte motivado. Incluso hacerlo público puede ser un buen empujón.
6. No olvides tu bienestar emocional
Dormir bien, descansar y darte espacios para ti también es cumplir metas. La salud mental no es opcional.
7. Celebra cada avance
Reconocer tus logros, por pequeños que sean, refuerza la motivación. Avanzar ya es ganar.
Cumplir tus propósitos no se trata de presión ni sacrificios extremos, sino de constancia, paciencia y equilibrio. El mejor cambio es el que se puede sostener.



















