En la última subasta del año realizada por el Banco de México, la tasa líder de los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) a 29 días se ubicó en 7.07%, lo que representa una disminución de 297 puntos base frente al cierre de 2024. Se trata del mayor descenso anual desde 2020.
A lo largo del año, el rendimiento de los Cetes mostró una trayectoria claramente descendente. En enero, la tasa llegó a niveles cercanos a 9.88%, mientras que en las últimas semanas del año tocó mínimos de alrededor de 7.04%.
En el caso de los Cetes a 91 días, la tasa cerró en 7.24%, con una reducción de 274 puntos base respecto al año previo. Para el plazo de 176 días, el rendimiento fue de 7.37%, mientras que los Cetes a 722 días ofrecieron un premio de 7.98%, ambos con retrocesos históricos desde que existen estos instrumentos.
Los analistas coinciden en que la baja en las tasas no refleja debilidad financiera, sino el cierre del ciclo de tasas altas en México. Especialistas señalan que los recortes aplicados por Banxico ya se reflejan con claridad en los instrumentos de corto plazo, mientras que en el largo plazo el mercado sigue exigiendo un mayor rendimiento ante riesgos como la inflación, la situación fiscal y el entorno global.
De cara a 2026, el mercado de deuda mexicana se perfila con cautela, en un contexto donde la consolidación fiscal, el control inflacionario y la estabilidad macroeconómica serán clave para mantener la confianza de los inversionistas.