La fragilidad de la Generación Z: entre el estigma y la precariedad

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En México, la llamada Generación Z —jóvenes nacidos entre 1995 y 2010— vive una realidad marcada por la precariedad laboral, la pobreza y el abandono escolar, pese a que suele asociársele con creatividad, adaptación y compromiso social.

De acuerdo con un estudio de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, basado en datos del Inegi y Conapo, en 2025 este grupo suma 33.4 millones de personas de entre 15 y 29 años. De ellas, 11 millones viven en pobreza por ingresos y más de 10 millones tienen empleos precarios.

Actualmente, 15.4 millones de jóvenes trabajan, pero seis de cada diez no ganan lo suficiente para superar el umbral de pobreza y 61% labora en la informalidad, sin acceso a seguridad social. Además, 7.4 millones están excluidos del mercado laboral, en su mayoría mujeres, muchas dedicadas a trabajos domésticos no remunerados.

En el ámbito educativo, casi la mitad de los jóvenes de entre 16 y 21 años ya abandonó la escuela y 8.2 millones presentan rezago educativo. Los datos muestran una fuerte deserción a partir del bachillerato y un acceso limitado a la educación superior, especialmente entre jóvenes de hogares de menores ingresos.

El estudio advierte que estas condiciones reflejan una generación que ha crecido en la adversidad y llama a implementar políticas públicas urgentes para garantizar trabajo digno, permanencia escolar y mejores oportunidades de desarrollo para millones de jóvenes en el país.