Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Un enorme caballo de madera, tapizado con hojas de maíz y cargado con fruta tradicional, luce en la plaza central de la comunidad de Cuanajo, municipio de Pátzcuaro; es una maqueta a gran escala de los caballos que se encuentran en cada casa donde se colocan ofrendas.
En Cuanajo la tradición de Noche de Muertos se vive de forma diferente: las ofrendas se levantan para las personas fallecidas durante un año anterior, pues este 01 y 02 de octubre será la última vez que regresen al mundo terrenal.
A los hogares de los recién difuntos, asisten pobladores que llevan regalos y fruta, en señal de respeto y apoyo; por su parte los dueños de las casas ofrecen a sus asistentes tamales y atole, agradeciendo su compañía.
El pan de muerto también es diferente al que conocemos en la capital de Michoacán: se trata de un producto hecho solo a base de harina, agua y levadura, hecha en las casas y con forma humana que representa a la persona fallecida.
Cuanajo es conocido por se la Cuna del Mueble Artesanal. Si bien, apenas hace ocho años se coloca el caballo monumental, este se coloca en todos los hogares, un tradición que se transmite de generación en generación.