Si bien las ballenas son ahora los animales más grandes del planeta, no siempre fue así. Un nuevo estudio ha demostrado que un enorme réptil marino que dominaba los océanos en la época de los dinosaurios experimentó una rápida evolución de su tamaño hasta alcanzar el de los cetáceos.
En el estudio, publicado el pasado jueves en la revista Science, los científicos analizaron un fósil de ictiosauro descubierto en las montañas del noroeste de Nevada (EE.UU.) y descubrieron que se trataba de una nueva especie, el Cymbospondylus youngorum, cuyos restos se remontan al período Triásico medio (hace 247-237 millones de años).
Basándose en el hocico alargado y los dientes cónicos, los científicos afirman que el C. youngorum pudo haber depredado calamares y peces, y que también pudo ser cazador de reptiles marinos más pequeños.
Solo el cráneo del C. youngorum mide casi dos metros, lo que significa que el ictiosauro podría alcanzar proporciones similares a las de un rorcual adulto, una de las ballenas actuales más grandes, con más de 17 metros.