La mujer embarazada que fue evacuada tras el bombardeo ruso al hospital de maternidad de Mariupol ha muerto. Su imagen siendo trasladada en camilla con la tripa ensangrentada, es una de las más duras que se han dado a conocer desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania el pasado 24 de febrero.
La fotografía, que ha dado la vuelta al mundo, muestra el horror de la guerra y cómo la ofensiva rusa se recrudece cada día con ataques indiscriminados a civiles.
Pese a los esfuerzos de los servicios de emergencia que la trasladaron a otra instalación sanitaria, no se pudo hacer nada. El cirujano Timur Marin ha relatado que la mujer tenía la pelvis destrozada y la cadera dislocada. Fue entonces cuando realizaron una cesárea de urgencia, pero el bebé nació “sin signos de vida”. Cuando la mujer fue consciente de que iba a perder al bebé gritó: “Mátenme ahora”.
La madre murió tras más de 30 minutos de intentos por reanimarla. El padre y marido de la mujer recogió los restos mortales al hospital. “Por lo menos alguien ha venido y no ha acabado en la fosa común de la ciudad”, dijeron los médicos.