Desplazados, 4 mil michoacanos en la frontera norte del país

Naomi Carmona / Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- Tras la instalación del Comité Interinstitucional de Michoacán para la Atención del Desplazamiento Forzado, se dio a conocer que actualmente entre 3 mil y 4 mil michoacanos radican en Tijuana y Baja California, migración que en su mayoría realizaron por la violencia en sus municipios.

En la toma de protesta de los integrantes del Comité, la secretaria de Migración, Brenda Fraga Gutiérrez, dio a conocer una serie de resultados basados en una encuesta hecha a 624 michoacanos que habitan 20 albergues en la ciudad de la frontera, como primer punto de cinco etapas para que los desplazados tengan la oportunidad de regresar a Michoacán.

Los cinco puntos son los siguientes:

  1. Generar base de datos
  2. Medidas emergentes y ayuda humanitaria
  3. Convenio entre Michoacán y Baja California
  4. Operativo de retorno seguro
  5. Integración

Datos del Observatorio de Apatzingán, señalan que en el 2016 comenzó el desplazamiento de familias completas; en ese año 12 michoacanos radicaban en Tijuana, actualmente la cifra bajó a 4 mil.

Entre los datos relevantes podemos destacar que, de los encuestados el 65% solicitaron refugio o asilo político a Estados Unidos por amenazas mortales. Fraga detalló la diferencia entre ambas figuras:

“El así lo tiene una connotación que en su gran mayoría la gente desconoce es cuando se acepta su asilo las personas no pueden regresar a su país de origen y esto es algo que muchas de las personas lo han manifestado quieren moverse por su situación inmediata de violencia pero si quieren regresar a Michoacán”.

Por último punto de la sesión de instalación y al hacer uso de la palabra, el gobernador de la entidad, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció al desplazamiento como una “crisis silenciosa” que los gobiernos anteriores no quisieron atender.

“Es el punto ciego del estado mexicano y no será nunca más un tema silencioso ni negable, es un tema real. Familias enteras han tenido que huir de sus pueblos y comunidades junto con ellas niñas y niños que son principales víctimas de una crisis que debemos atender con prontitud pero sobre todo con un sentido humanitario”.