Luego del escandalo que surgió desde el testimonio de una supuesta empleada del Banco Azteca en el que relata que mismos empleados del banco roban tarjetas de sus clientes para venderlas a criminales.
Los usuarios del banco por eso presentarían cargos desconocidos desde sus cuentas.
Ricardo Salinas mencionó que se puede tratar de una “campaña negra” contra la empresa y que los empleados son personas trabajadoras a las que les tiene confianza, pero podrían colarse “malandras”.