#CRÓNICA |Testifican hermano y amigo de Jessica González Villaseñor en juicio oral

Naomi Carmona / Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- En la sala de oralidad número 16, la espera al arribo del juez Ariel Montoya Romero, encargado del juicio oral del caso de feminicidio de la joven Jessica González Villaseñor, asesinada en septiembre del 2020; en las gradas medios de comunicación, familiares de la joven y de Diego Urik N., presunto feminicida. En el momento donde intervienen las partes: el Ministerio Público, la asesora y la madre de la víctima; del otro lado, el imputado, un policía penitenciario y cinco abogados defensores.

A la defensa de Diego Urik se sumaron tres abogados, quienes objetaron alrededor de 50 veces, llegando incluso a tratar de debatir con el juez. Procedieron sólo 6 objeciones.

Desahogan dos de cuatro testimonios


El desfile probatorio continuó este jueves con los testimonios de Adrián González y Aarón, hermano y amigo de la víctima. Para esta audiencia se tenía previsto subir al estrado a cuatro testigos, la última de ellos, una perito de la Fiscalía General de Justicia de Michoacán.

El primer movimiento de la defensa fue el intento de evitar la declaración de la perito, asegurando la existencia de un examen pericial ilícito, pues a decir de uno de los abogados recientemente incorporados, la funcionaria transcribió de un teléfono celular, conversaciones privadas de dos personas ajenas a los involucrados. Ariel Montoya declaró improcedente, pues era en la audiencia intermedia el tiempo donde se debía desahogar ese elemento de la despensa.

El hermano de “Jessi”, Adrián comenzó respondiendo las preguntas de la Fiscalía, mientras era interrumpido una y otra vez por los defensores, mientras el juez daba el no ha lugar a los señalamientos.

-Voy a seguir objetando-, advirtió el defensor.
-Este no es un diálogo entre juez y abogado-, respondió Montoya.

Adrián recordó a su hermana como una buena persona, educada y respetuosa, al tiempo que indicó el 21 de septiembre a las 17:00 el último momento que vio a Jessica con vida. Ese día salió alrededor de las 19:00 de su casa, regresó a las 22:00 horas y encontró a su hermano Cristo y a su madre Verónica, intentando localizar a Jessi, extrañados de que no hubiera regresado aún. La familia intentó localizarla con amigas de ella, pero fue inútil.

A Adrián le correspondió reconocer el cuerpo de la joven maestra, identificando sus tatuajes y su rostro pese a los múltiples golpes. Distinguió también un pantalón, una bolsa rosa y los objetos en su interior: una cartera y llaves, ambos objetos “sucios”.

La parte defensora cuestionó la forma de reconocimiento de las pertenencias, además de quién le mostró a Adrián imágenes del vehículo de Diego -con él y Jessica en su interior -, así como el conocimiento del nombre completo del imputado posterior a la localización del cuerpo de la joven. “Por las investigaciones”, se limitó a responder.

Después ingresó a la sala Aarón, un joven confundido de voz tenue apenas percibida por los presentes. Se autodenominó amigo de Jessica, pese a los pocos tres meses de conocerla. Un par de noches antes de desaparecer salieron de fiesta con otra joven, a una quinta en la salida a Pátzcuaro. Se ofreció a llevarla a su casa y llegaron al domicilio a las 03.30 de la madrugada del domingo 19 de septiembre del 2020. Fue la última vez que la vio, para después enterarse de su desaparición.

El 21 del mismo mes, intentó marcarle sin éxito y después compartió en sus redes sociales la ficha de búsqueda. Se enteró de la posible participación de Diego Urik N., a través de los medios de comunicación

“Le taladran en su cabecita”, manifestó uno de los abogados refiéndose a las preguntas del MP. Nuevamente las objeciones no tuvieron a lugar. Ante los cuestionarios Aarón dudo de haber conocido a Diego hace cinco años como lo había declarado en una primera entrevista en la Fiscalía General de Justicia.

El tiempo alcanzó a los presentes en la sala 16 y será hasta el 01 de julio cuando se reanude el desfile probatorio. El juez propuso extender la jornada para desahogar más testimonios.

-Tanto tiempo es cansado también para los testigos y presentes- refutó uno de los abogados de Diego Urik N.
-Yo llevo un año y nueve meses esperando justicia, todos estamos agotados- respondió la madre de Jessica.