La Cumbre de Madrid de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) finalizó con la consumación del giro estratégico, ideológico y programático más importante desde el final de la Guerra Fría, recuperando el lenguaje más belicista en décadas y señalando sin tapujos a los enemigos a vencer en el futuro inmediato: Rusia y China.
Como colofón al encuentro bilateral, el secretario general de la OTAN, Jen Stoltenberg, advirtió que las fuerzas militares que representan están “preparadas para cualquier eventualidad”, mientras que el presidente de Estados Unidos (EU), Joe Biden, que es el auténtico líder del foro militar, insistió en advertir a Rusia que acabarán derrotados en la guerra de Ucrania, para lo que se comprometió a entregar 800 millones de dólares más para la compra de armamento.
El presidente francés, Emmanuel Macron, resumió en un frase la situación de la OTAN antes de que estallara la guerra en Ucrania: “Estaba con muerte cerebral y sin rumbo”.
Una de los logros más importantes de la Cumbre de Madrid fue la anexión de Suecia y Finlandia a la OTAN, que fue posible, entre otras cosas, a que Turquía levantó el vetó para su ingreso.
Con información de La Jornada.