Una mujer encargada de una funeraria fue acusada por robar partes del cuerpo y venderlas a compradores médicos y científicos, creando un negocio de cientos de miles de dólares, un «esquema ilegal de partes del cuerpo» según las autoridades.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, declaró culpable de fraude postal a la operadora funeraria de Colorado, encontrando pruebas de que las acusaciones sobre el robo de partes de varios cuerpo fuesen contundentes.
La mujer de nombre Megan Hess con 45 años, se convirtió en la figura principal de un perturbador plan, la cual contó con una cómplice, su madre, Shirley Koch, que tiene más de 60 años, según datos de las autoridades locales.
A pesar de la principal acusación, se llegó a un acuerdo de culpabilidad por lo que se retiraron otros ocho cargos penales en contra de la Sra. Hess, por lo que su sentencia se redujo a solo 20 años de prisión.
“Excedí el alcance del consentimiento y estoy tratando de hacer un esfuerzo para corregirlo”, dijo Hess en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Grand Junction, Colorado, el martes, y publicado por el diario The Daily Sentinel y agregó: «Estoy asumiendo la responsabilidad».
La encargada de dicha funeraria y su madre a veces obtuvieron el consentimiento de las familias para donar pequeñas muestras de tejido o tumores de su pariente muerto, según una acusación en el caso. En otras ocasiones, su solicitud fue rechazada y, a veces, nunca mencionaron el tema en absoluto.
En cualquier caso, según los documentos, en cientos de ocasiones los operadores de funerarias vendían cabezas, torsos, brazos, piernas o cuerpos humanos enteros.