A 11 días de la desaparición de Samantha, familiares denuncian lentitud de la FGR

Miriam Meza/ Grupo Marmor

Se cumplen 11 días de la desaparición de Rosaura Samantha Luna Sosa, joven de 20 años, que fue vista por última vez a principios de Julio de 2022 y de quién hasta el momento no se sabe su paradero.

Ante está situación familiares y amigas realizaron una marcha que partió de la Antimonumenta, ubicada en la fuente de las Tarascas para exigir que la Fiscalía General del Estado (FGE) hacía Palacio de Gobierno para que acelere las investigaciones, ya que la familia aseguro que la búsqueda ha sido lenta debido a los procesos burocráticos que podrían poner en riesgo la vida fe la joven madre.

En entrevista, la mamá de Samantha,
Margarita Luna Sosa, relató ante los medios de comunicación que su última comunicación fue el 7 de julio, cuando les dijo que se encontraba en la ciudad de León, Guanajuato, cuando envío la ubicación redes socies.

La señora Margarita, quien vive momentos de angustia, detalló que después de las 10 de la noche del 7 de julio se perdió totalmente la comunicación.

Fue hasta cuatro días después de no saber nada de Samantha, que acudieron a la FGE para interponer la denuncia, sin embargo, le recomendaron ir a Guanajuato e incluso visitar el Servicio Médico Forense, en busca de la joven.

Asimimo, realto que una ve allá, un funcionario le dijo que no la podían ayudar porque la FGE debía oficializar la petición e incluso le comentó que se estaba poniendo en riesgo.

“No han hecho su trabajo de forma correcta, no mandaron la petición de colaboración a tiempo”, reprochó Margarita, quien asegura que hasta el día de hoy la Fiscalía local “no ha hecho nada”.

Por el momento no hay pista alguna de dónde pueda estar Samantha, quien mide 1.57 de estatura y ha dejado una hija de dos años. Además, tiene antecedentes de violencia familiar, presuntamente a manos de su expareja, con quien comparte la custodia de la menor.

Cabe mencionar que durante el recorrido de la marcha, algunas mujeres vestidas de negro y afines a los movimientos feministas realizaron pintas en algunos edificios históricos.