En plena misa, despojan a sacerdote de sus pertenencias mientras este gritaba “Está bien, está bien” y se tiraba al suelo con las manos extendidas.
Al parecer el delincuente no se dio cuenta que estaba siendo grabado pues pasó frente a una cámara sin percatarse de que su crimen estaba siendo evidenciado cuando la misa se transmitía en vivo. El encapuchado se acercó al sacerdote mientras ordenaba a los asistentes del servicio “Quédense ahí, nadie se mueva”.
Según reportes, fueron tres hombres armados los que entraron al recinto y se llevaron una cifra que supera el millón de dólares, incluyendo las joyas del pastor de 44 años que se encontraba realizando su labor en Brooklyn, Nueva York.