Un niño de 12 años de edad no pudo más con el acoso y la tortura que sus compañeros de escuela le hacían todos los días por ser homosexual, y decidió terminar con el “dolor y la tortura de los niños malos de su escuela”, razón por la cual se quitó la vida.
Debbey, la mamá de Eli, como le llamaban de cariño, encontró el cadáver de su hijo cuando entró a su habitación de su hogar en Tennessee, Estados Unidos.
Eli había contado a sus padres del acoso que sufría en la escuela, dijo que lo intimidaban; sin embargo, los padres del menor jamás imaginaron la gravedad de lo sucedido que causó que su hijo perdiera la vida.
Eli acudía a una secundaria en Tennessee y no temía ser homosexual, sus compañeros de escuela eran realmente abusivos, fueron crueles solo con las palabras, pues Eli no sufrió abuso físico.
Las autoridades escolares dijeron sentirse conmocionados y devastados por la grave noticia de uno de sus alumnos.