El que Rosario Robles haya abandonado el penal de Santa Martha Acatitla el viernes pasado para continuar su proceso en libertad no significa una sentencia favorable, sino el retraso de los jueces para resolver en este y en otros casos similares, afirmó el presidente López Obrador.
“En el caso de Rosario Robles, ella pidió seguir su proceso en domicilio por una cuestión de salud y el juez concedió que continúe el proceso en su casa. No significa que queda libre, nada más que tiene que haber sentencia y ya pasaron tres años”, dijo.
“Hay mucha gente en prisión que lleva años sin sentencia: enfermos, ancianos, indígenas que nunca han tenido abogados que los defiendan y ya emití un decreto de Amnistía, pero no avanza porque también parece que estuviésemos en la época colonial que se decía ‘se acata, pero no se cumple’, entonces como yo soy perseverante, se debe acatar y se debe cumplir”, subrayó.
Cuestionado sobre el caso de los ex presidentes recordó su postura desde el inicio del sexenio de no perseguir a nadie ni presentar denuncias desde el ejecutivo a menos que estas denuncias vengan de los ciudadanos y existan elementos para investigarlos.
Expresó también en torno al caso Ayotzinapa y la detención del ex procurador General de la República, Jesús Murillo Karam: “lamento mucho, pero esas injusticias no pueden quedar impunes”.