El síndrome del corazón roto, también conocido como miocardiopatía de Takotsubo, es una afección médica en la que el corazón se debilita temporalmente en respuesta a un estrés emocional o físico agudo, como la muerte de un ser querido, un divorcio, una discusión, un accidente automovilístico o una cirugía.
Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, dificultad para respirar, arritmias cardíacas y desmayos. Estos síntomas pueden ser similares a los de un ataque cardíaco, pero a diferencia de éste, el síndrome del corazón roto generalmente no causa daño permanente al corazón.
El tratamiento para el síndrome del corazón roto se enfoca en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones, como insuficiencia cardíaca o coágulos sanguíneos. En muchos casos, los síntomas mejoran en cuestión de días o semanas.
Aunque la causa exacta del síndrome del corazón roto aún no se conoce completamente, se cree que está relacionada con un aumento de las hormonas del estrés. Las personas que están en mayor riesgo de desarrollar el síndrome del corazón roto son aquellas que tienen antecedentes de enfermedades cardíacas o que han sufrido un evento estresante reciente.
Cuando escuchamos que alguien se peleó con su pareja y tiene el “corazón roto”, debemos tomarlo de manera literal.
Tener el corazón roto no es una figura poética, sino un problema que afecta a ese órgano en la vida real, y que suele confundirse con un infarto.
Si bien esa expresión es muy conocida, como problema médico fue descrito apenas en los años 90, en Japón, y afecta a unas tres mil o cinco mil personas en el mundo.
El síndrome de corazón roto es el nombre que se le da a la miocardiopatía por estrés, y ocurre por tensión intensa e inesperada derivada, por ejemplo, de la pérdida de un familiar o una pena de amor.
El músculo del ventrículo izquierdo de ese órgano se inflama de forma similar a un pequeño globo, sin que haya daño orgánico evidente como una arteria tapada o afectación muscular; entonces adquiere la forma de una jarra japonesa conocida como takotsubo, utilizada para atrapar pulpos, por lo que también recibe el nombre de miocardiopatía de Takotsubo.
Los pacientes presentan dolor de pecho, falta de aire, desmayos, palpitaciones y arritmias, la misma sintomatología de quien está sufriendo un infarto.
Esta enfermedad impacta principalmente a las mujeres, especialmente de edad avanzada, pero no excluye a las jóvenes o a los hombres.
Causas
Una de las teorías más aceptadas del porqué se inflama el músculo del ventrículo izquierdo es el exceso de catecolaminas, neurotransmisores como la adrenalina, noradrenalina o dopamina, que llegan al torrente sanguíneo en situaciones de alerta máxima.
De los registros del síndrome de corazón roto en el mundo se estima que aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes tenía antecedentes de estrés (varios de ellos con problemas psiquiátricos, bipolaridad o esquizofrenia); otro 30 por ciento pasó por terapia intensiva debido a sepsis o quemaduras, entre otras afecciones, y del restante 40 por ciento se desconocen las causas.
La buena noticia es que un corazón roto puede evolucionar rápidamente y de forma favorable para el paciente, aunque en algunos casos se puede presentar una falla ventricular que requiere de un seguimiento hospitalario de hasta cuatro semanas.
Es una enfermedad que está infradiagnosticada (diagnosticada de forma incorrecta) en México, por lo que el médico debe saber que existe y que requiere de cierto entrenamiento y recursos tecnológicos para su detección.
Muchas veces menospreciamos la salud emocional y mental; por ejemplo, a personas con depresión se les dice ‘ponte contento’ y creemos que con eso se solucionará; es como decirle a alguien ‘no te infartes’. Hay cuadros que pueden ser muy aparatosos y otros que son muy inocentes, y que probablemente mejoren con el apapacho y el caldo de pollo, pero no es algo seguro. De cualquier manera, derramar amor no ha matado a nadie.
Si sospechas que estás experimentando los síntomas del síndrome del corazón roto, es importante buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico y tratamiento oportuno pueden ayudar a prevenir complicaciones y mejorar el pronóstico.
Con información de Excélsior.