Justo Márquez, un hombre de 60 años diagnosticado recientemente con cáncer de próstata, ha pedido ingresar a la prisión de Alhaurín de la Torre, España no por cometer un delito, sino como un intento de combatir la profunda soledad y el temor a no recibir atención médica en caso de necesidad.
Márquez, en varias entrevistas con medios de comunicación españoles, ha revelado que su preocupación principal no es de orden económico, ya que dispone de recursos financieros suficientes para su atención médica. Su angustia radica en el caso de empeorar su estado de salud o requerir asistencia, no cuente con el apoyo necesario, lo que ha llevado a considerar la prisión como una opción para estar acompañado.
El diagnóstico de cáncer de próstata se suma a una serie de problemas de salud que Justo enfrenta, incluyendo condiciones cardíacas, ansiedad y depresión, que lo han afectado durante varios años, complicando aún más su situación actual.
A pesar de tener familia, Márquez no ha tenido contacto con ellos desde junio pasado. A pesar de haber estado casado durante 20 años y tener cinco hijos, la ausencia de comunicación con su familia lo ha sumido en una profunda soledad, lo que lo llevó a tomar la decisión de buscar refugio en la cárcel.
Ha compartido su historia a través de su cuenta de TikTok, donde ha publicado varios videos explicando su decisión y sus motivos.