El 14 de febrero se informó que un conjunto de obispos residentes en Guerrero se congregaron con facciones del crimen organizado debido al aumento de la violencia en la zona, con el propósito de alcanzar un acuerdo de paz. En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su aprobación hacia la iniciativa de los representantes religiosos de buscar una negociación.
Desde Acapulco, el mandatario enfatizó que “siempre los sacerdotes, pastores y miembros de todas las iglesias participan y contribuyen a la pacificación del país”, considerando esta acción muy positiva y necesaria para lograr la paz. Reconoció la responsabilidad del Estado en garantizar la seguridad y la tranquilidad en Guerrero, insistiendo en que se debe recurrir a las fuerzas armadas para lograrlo.
López Obrador elogió el despliegue de las fuerzas federales en el estado y resaltó los valores de la cultura mexicana como una defensa contra la violencia. Al recordar el surgimiento de las autodefensas en la región, destacó que antes el Estado descuidaba su responsabilidad, lo que llevó a la formación de estos grupos. Sin embargo, subrayó que las tradiciones y costumbres mexicanas, así como la herencia cultural, han sido fundamentales para contener la violencia y prevenir el consumo de drogas.
🔵 Presidente AMLO "ve bien" que obispos y sacerdotes intenten negociar la paz con delincuentes. 👇👇 pic.twitter.com/kxdKWQc9bR
— Grupo Marmor Multimedios (@Grupo_Marmor) February 15, 2024
El obispo José de Jesús González Hernández confirmó haber sostenido una reunión con miembros de grupos del crimen organizado, lo que mencionó al concluir la misa del Miércoles de Ceniza en Chilpancingo.