La Academia Mexicana de la Lengua ha tomado la decisión de redefinir el abecedario del idioma español, eliminando la consideración de las combinaciones “ch” y “ll” como letras individuales. Esta modificación ha suscitado diversas impresiones entre los usuarios y ha generado un debate sobre la naturaleza de estas combinaciones lingüísticas.
Explicando esta medida, la Academia Mexicana de la Lengua aclara que “ch” y “ll” son dígrafos, es decir, conjuntos de dos letras que representan un único fonema. Esta distinción técnica ha llevado a la exclusión de estas combinaciones del abecedario español, reduciendo el número total de letras reconocidas a 27.
La decisión ha provocado reacciones variadas entre los internautas, algunos de los cuales continuaban utilizando “ch” y “ll” como letras independientes, mientras que otros nunca las consideraron como parte integral del abecedario.
La Academia Mexicana de la Lengua compartió la noticia mediante su perfil en X, previamente conocido como Twitter, donde detallaron que tanto la “ch” como la “ll” no constituyen letras individuales, sino que se consideran como dígrafos, es decir, formaciones de dos grafemas, las unidades más básicas de la escritura, o letras que, al combinarse, representan un único sonido, lo que se conoce comúnmente como un fonema.
Se excluyen del abecedario los signos "ch" y "ll", ya que, en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema. (1/3) #AMLconsulta
— AML (@AMLengua) March 21, 2024
La Real Academia Española (RAE) ya había tomado una medida similar en 2022, eliminando oficialmente “ch” y “ll” de su abecedario. Según la RAE, esta acción se basa en la distinción entre letras simples y dígrafos, reservando la consideración de letra únicamente a los signos simples.
Ambas academias enfatizan que la eliminación de “ch” y “ll” como letras no implica su desaparición del sistema gráfico del español, ya que seguirán utilizándose como dígrafos en la escritura de palabras que los requieran, representando los fonemas correspondientes. Esta redefinición tiene como objetivo ajustarse a la evolución del idioma y simplificar su estructura para un uso más efectivo en el ámbito educativo y lingüístico.