Un pequeño en el instituto de Almería, España, enfrenta la pérdida de visión en uno de sus ojos después de ser golpeado por un compañero de clases, lo que ha desatado la indignación de su familia ante la aparente falta de acción por parte de las autoridades escolares frente a anteriores agresiones.
La disputa entre dos estudiantes desencadenó en un acto violento que dejó al menor con graves consecuencias, llevando al Juzgado de Menores de Almería a tomar medidas disciplinarias y dictaminar una orden de alejamiento para el agresor, quien enfrenta acusaciones por lesiones y daño contra la integridad moral.
El enfrentamiento, ocurrido el 11 de marzo, fue descrito como una confrontación verbal que rápidamente escaló cuando el agresor golpeó al niño en el ojo izquierdo, dejándolo con una neuropatía óptica y generando una serie de contradicciones entre las declaraciones de los implicados.
Además del impacto físico, el menor afectado presenta un cuadro de ansiedad y depresión que requiere atención psicológica, sumado a dificultades para asistir a clases y relacionarse con sus compañeros, lo que refuerza la demanda de justicia por parte de su familia y el cuestionamiento sobre la responsabilidad del centro escolar en el manejo de la situación.
La suspensión de apenas seis días impuesta al agresor ha sido considerada como insuficiente por los padres del niño afectado, quienes claman por un reconocimiento de responsabilidad por parte de la escuela y solicitan medidas más contundentes para prevenir futuros episodios de violencia entre estudiantes.
