El trágico suceso ocurrió en la montaña del Pedraforca, al norte de Barcelona, cuando el excursionista resbaló de una pendiente helada y cayó desde una altura de 120 metros.
Acompañado por dos personas, el hombre había salido del refugio Lluís Estasen con la intención de alcanzar la cima de la montaña, pero se desviaron de su ruta y llegaron a una escalinata peligrosa.
Las condiciones resbaladizas del terreno provocaron la caída del excursionista, quien fue encontrado sin vida por el Grae de Bombers de la Generalitat y un médico del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que rescataron su cuerpo en helicóptero.
Mientras tanto, sus dos acompañantes recibieron apoyo psicológico en el campo de fútbol de Saldes.
Aunque el clima en la montaña no era adverso, con niebla por la mañana que luego se disipó, el accidente tuvo consecuencias trágicas.
