Monserrat Hernández/Grupo Marmor
Con el objetivo de fomentar el uso de un trasporte sostenible, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decretó el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta.
El organismo reconoce la singularidad, la longevidad y la versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso dos siglos, y que constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental, así como a la buena salud.
De acuerdo con información de la ONU, la bicicleta surgió a mediados del siglo XIX como resultado de varios intentos fallidos para inventar un vehículo innovador. El primer modelo de bicicleta estaba hecho de madera y se dio a conocer en Alemania, pero no tuvo éxito debido a que, para poder ponerla en marcha tenía que ser empujada con los pies.
Posteriormente se inventaron otros tipos de bicicletas, hasta el año 1861, cuando se le colocaron pedales delanteros, y aunque esto no era lo ideal, sirvió para dar paso a la bicicleta actual.
En el caso de México, la bicicleta comenzó a utilizarse en 1869, cuando las primeras ‘bicis’ llegaron en un cargamento proveniente de Boston.
No obstante, se estima que fue hasta el año de 1896 cuando ya circulaban alrededor de 800 bicicletas en el país y que solo tenían acceso a ellas personas de clase alta, pero con el tiempo México se convertiría en un gran fabricante de bicicletas, permitiendo su uso a las personas de todos los rangos sociales.
Hoy día las bicicletas son un excelente medio de transporte para disminuir los elevados índices de contaminación que afectan al planeta y además de las cuestiones de salud, puede suponer una mayor equidad y eficacia en cuanto a los costes en poblaciones vulnerables.
