Marian Salazar | Grupo Marmor
En sus 11 años de pontificado, el Papa Francisco ha mostrado un acercamiento notable hacia la comunidad LGBTQ+, aunque sus declaraciones han generado tanto apoyo como controversia. La Iglesia Católica, según su doctrina oficial, sostiene que las personas homosexuales deben ser tratadas con dignidad y respeto, aunque califica los actos homosexuales como “intrínsecamente desordenados”. Además, prohíbe la ordenación de hombres que practiquen la homosexualidad, tengan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o promuevan la “cultura gay”.
El estilo informal del Papa Francisco ha dejado huella en su papado, pero también ha dado lugar a malentendidos y tensiones dentro de la Iglesia. Recientemente, el Papa Francisco se disculpó por usar un término vulgar al referirse a los hombres gays, una disculpa que destacó nuevamente las enseñanzas católicas sobre la homosexualidad y la continua delicadeza del tema.
La comunidad LGBTQ+ católica ha visto en Francisco una figura de mayor apertura y compasión, aunque las posiciones oficiales de la Iglesia sobre la homosexualidad permanecen sin cambios. Este equilibrio entre un enfoque pastoral más inclusivo y la adhesión a doctrinas tradicionales refleja las complejidades y desafíos que enfrenta la Iglesia en el contexto actual.
