Mafer Arévalo/ Grupo Marmor
En un laboratorio de Londres, el bioquímico Jesús Gil expresa un optimismo cauteloso sobre un avance que parece sacado de la ciencia ficción. Habla con fervor sobre los resultados obtenidos al aplicar un anticuerpo llamado X203 en ratones de edad avanzada, que han vivido significativamente más tiempo y con una notable mejora en su salud. Este descubrimiento, que podría extender la esperanza de vida humana hasta los 104 años, se basa en el bloqueo de la interleuquina 11, una proteína implicada en el proceso de envejecimiento al provocar inflamación y deterioro celular.
El cardiólogo Stuart Cook, co-líder del estudio, detalla cómo los ratones tratados con X203 mostraron mejoras visibles: mayor actividad, menor incidencia de enfermedades como el cáncer, y mejoras en el aspecto físico y la función sensorial. Estos resultados, validados por ensayos en humanos, están despertando un interés considerable en la comunidad científica y en la industria farmacéutica, con múltiples empresas iniciando ensayos clínicos para explorar aplicaciones terapéuticas en enfermedades asociadas al envejecimiento.
Desde su laboratorio en Londres, Jesús Gil, un científico español con una larga trayectoria en investigación en senescencia celular, celebra la publicación de estos resultados en Nature como un avance significativo. Aunque cauteloso sobre la interpretación de los datos, reconoce el potencial de la inhibición de la interleuquina 11 para combatir la senescencia y mejorar la salud humana en el futuro cercano.
La comunidad científica, mientras tanto, continúa explorando diversas estrategias para prolongar la vida con salud, desde la restricción calórica hasta nuevos enfoques farmacológicos como el anticuerpo X203. Aunque las aplicaciones en humanos requieren estudios más extensos y rigurosos, estos avances prometen abrir nuevas vías hacia una vejez más saludable y prolongada.