El presidente Joe Biden ha decidido no presentarse a la reelección, como lo anunció a través de un mensaje en la red social X. La decisión se produce a menos de cuatro meses de las elecciones y después de semanas de presiones crecientes para que abandonara la contienda. A sus 81 años, Biden ha optado por cejar en su intento de buscar otro mandato, admitiendo la realidad tras un tenso período de incertidumbre.
En su mensaje dirigido a sus compatriotas, Biden expresó que haber sido presidente ha sido el mayor honor de su vida. Aunque su intención inicial era buscar la reelección, el presidente concluyó que lo más beneficioso para su partido y para el país era retirarse y concentrarse en cumplir con sus responsabilidades hasta el final de su mandato. Esta decisión se alinea con el deseo de minimizar los riesgos y contribuir de manera positiva hasta el término de su presidencia.
— Joe Biden (@JoeBiden) July 21, 2024
Biden destacó en su comunicado algunos de los logros de su administración, mencionando la fortaleza de la economía estadounidense, la reducción de precios de medicamentos, mejoras en las prestaciones sanitarias, la aprobación de una ley de control de armas y la histórica elección de la primera afroamericana en el Tribunal Supremo. Sin embargo, estas realizaciones no fueron suficientes para mitigar la presión interna que enfrentaba, exacerbada por encuestas que proyectaban una posible victoria de Donald Trump en las próximas elecciones.
En un segundo mensaje, Biden extendió su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora en la carrera presidencial. Este respaldo ocurre justo después de que Trump, oficialmente designado como candidato republicano en Milwaukee, comentara que considera que ganaría con facilidad contra Harris en las urnas. La declaración de Biden marca un giro significativo en la dinámica de la campaña electoral.
Trump, quien ya había sido confirmado como el candidato republicano, no tardó en responder al anuncio de Biden, manifestando su creencia en una victoria fácil sobre Harris. La decisión del presidente saliente añade una nueva capa de complejidad a las próximas elecciones, que prometen ser altamente competitivas y decisivas.
