Día Mundial de las Ballenas y los Delfines; concientizar sobre la caza indiscriminada

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Monserrat Hernández/Grupo Marmor

El 23 de julio de 1986 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decidió proclamar ese día como el Día Mundial Contra la Caza de Ballenas, hoy conocido como Día Mundial de las Ballenas y los Delfines. El propósito de esta fecha es frenar la caza indiscriminada de estos animales en peligro de extinción.

Su origen surge a raíz de que, antiguamente, una ballena era cazada en las costas para garantizar la subsistencia de una comunidad, pero a fines del siglo XVII inició la cacería masiva hasta llevar al peligro de extinción a varias especies a fines del siglo XIX y del XX.

Aunado a esto, con la industrialización y la llegada de naves modernas de propulsión y el uso de la tecnología, el notable descenso de los especímenes alertó a los faeneros o cazadores que dieron la voz de alerta.

A esta defensa se han sumado diversas instituciones y organizaciones ecologistas como Greenpeace, que inició una histórica campaña en 1975 al observar que las poblaciones de ballenas se encontraban en una situación muy crítica después de casi tres siglos de cacería comercial, y más de medio siglo de caza industrial descontrolada.

Resulta importante mencionar que estas especies son emblemáticas para el planeta. Las ballenas fertilizan los ecosistemas marinos e incluso ayudan a combatir la crisis climática; en promedio, a lo largo de su vida, una ballena confina la misma cantidad de carbono que el equivalente a mil árboles.

Por otro lado, los delfines son importantes para el medio ambiente porque son buenos indicadores naturales de la salud ambiental, además son depredadores que consumen varias especies de peces y calamares, concentrando así en sus cuerpos los contaminantes en el agua.

Debido a su gran valor ecológico, los organismos que defienden a estas especies, señalan la importancia de mejorar las prácticas humanas en los océanos.