Repunte de COVID-19 en México trae de vuelta las medidas de protección sanitarias

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Mafer Arévalo/ Grupo Marmor

El incremento de casos de COVID-19 en el verano de 2024 ha generado preocupaciones sobre su impacto y la necesidad de precauciones adicionales. Michel Martínez, líder de la Unidad COVID de TecSalud, atribuye este repunte al periodo vacacional, que conlleva una alta movilidad y contacto entre personas, incluidos visitantes extranjeros. Aunque tanto la Secretaría de Salud federal como el infectólogo coinciden en que no hay motivo para alarmarse, se ha reinstaurado el uso de cubrebocas para el personal de salud y se recomienda su uso para aquellos con factores de riesgo.
En cuanto a los síntomas más comunes de las nuevas variantes Ómicron, KP.2 y KP.3, se destacan el dolor de garganta, dolor de cabeza, fiebre, escurrimiento nasal y dolor muscular. Se enfatiza la importancia de realizar pruebas de COVID-19 ante la presencia de estos síntomas o después de haber estado en contacto cercano con alguien positivo
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Si se confirma un diagnóstico positivo, se aconseja aislarse durante 5 a 7 días, usar cubrebocas, seguir las indicaciones médicas y monitorear la oxigenación con un oxímetro. Es crucial buscar atención médica urgente si hay dificultades para respirar o la oxigenación cae por debajo del 90%. Al reintegrarse a las actividades cotidianas, se recomienda continuar usando cubrebocas durante 5 días adicionales para reducir el riesgo de contagio a otros.
El número de casos confirmados de COVID-19 en México hasta principios de julio de 2024 es de 8,075, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (Sisver). La mayoría de los casos son leves y ambulatorios, con un 64% de los infectados manejados fuera de un entorno hospitalario. Esta situación se mantiene dentro de los parámetros esperados para la temporada, comparado con años anteriores.

Para prevenir contagios, se recomienda evitar la inhalación de gotitas de saliva de personas enfermas, mantener distancia con individuos infectados y evitar tocar superficies contaminadas que luego se llevan a los ojos, nariz o boca. Se aconseja lavarse las manos frecuentemente, utilizar cubrebocas en lugares cerrados y concurridos, y procurar estar en espacios bien ventilados.

Martínez también subraya la importancia de seguir las tendencias observadas en Europa y Estados Unidos con un retraso de aproximadamente cuatro semanas, adaptando las estrategias de prevención según sea necesario. En términos de vacunación, se recomienda recibir una dosis anual, preferiblemente de ARN Mensajero como Pfizer o Moderna, y considerar dosis más frecuentes para aquellos en grupos vulnerables.