Mafer Arévalo/ Grupo Marmor
Toda gran película suele tener una historia fascinante detrás, y “Deadpool & Wolverine” no es la excepción. La verdadera esencia de esta película radica en la sólida y genuina amistad entre Ryan Reynolds y Hugh Jackman, más allá de la acción y las referencias al UCM. Ambos actores han señalado que el núcleo de la película es una historia de amistad y cariño, reflejada en su trabajo conjunto.
La relación entre Reynolds y Jackman comenzó como una rivalidad amistosa. Según Jackman, la disputa, que empezó en 2008, se originó cuando comenzó a bromear con Reynolds, quien estaba casado con Scarlett Johansson, en ese momento. Este intercambio de bromas fue el inicio de una relación que eventualmente se convertiría en una sólida amistad.
En 2015, la relación entre los actores se hizo más pública cuando Jackman compartió un video en Instagram donde Reynolds, maquillado como Deadpool, imitaba a Jackman con acento australiano. Este gesto marcó el inicio de una amistad y rivalidad pública, avivando el deseo de Reynolds de trabajar juntos en una película de Deadpool y Wolverine, algo que ya había considerado tras el éxito de la primera película de Deadpool.
Con el reciente éxito de “Deadpool & Wolverine” en taquilla, Marvel Studios ha demostrado una vez más su habilidad para atraer al público con contenido maduro y bien equilibrado. La película, que ha batido récords de taquilla y ha recaudado impresionantes cifras tanto nacionales como internacionales, muestra la química entre Reynolds y Jackman y abre nuevas posibilidades para futuras narrativas dentro del MCU.