Mafer Arévalo/ Grupo Marmor
El hallazgo de “oxígeno negro” en el Océano Pacífico ha puesto en cuestión las teorías tradicionales sobre el origen de la vida. Este tipo de oxígeno se genera en las profundidades marinas, donde la ausencia de luz solar descarta la fotosíntesis como fuente. El estudio, dirigido por Andrew Sweetman y publicado en Nature Geoscience, revela que el oxígeno negro proviene de un proceso electroquímico en nódulos polimetálicos a más de 4,000 metros de profundidad.
Este descubrimiento desafía la noción establecida de que la vida depende exclusivamente del oxígeno producido por organismos fotosintéticos en la superficie. Los nódulos marinos, ricos en metales como cobalto y níquel, generan oxígeno en condiciones extremas, sugiriendo que la vida podría surgir en entornos previamente considerados inhóspitos. Esta nueva perspectiva también plantea interrogantes sobre la búsqueda de vida en otros planetas.
Los investigadores encontraron que los nódulos polimetálicos actúan como baterías naturales, generando hasta 1.5 voltios de electricidad. Estos hallazgos podrían revolucionar la comprensión de los procesos biológicos y la historia de la vida en la Tierra. Franz Geiger y Andrew K. Sweetman, quienes realizaron el estudio, advierten sobre la necesidad de considerar el impacto ambiental de la minería en estos depósitos marinos.
El descubrimiento del oxígeno negro, producido en la oscuridad de las profundidades oceánicas, desafía la creencia de que la vida aerobia comenzó con la fotosíntesis en la superficie. Este fenómeno, descrito en el estudio “Evidence of dark oxygen production at the abyssal seafloor,” podría redefinir las teorías sobre el origen de la vida y la posibilidad de vida en condiciones extremas.