Mafer Arévalo/ Grupo Marmor
Carlos Slim Helú, el prominente empresario mexicano y fundador de Grupo Carso, ha planteado una visión controversial respecto a la propuesta de disminuir la jornada laboral en México. En lugar de reducir las horas semanales de trabajo de 48 a 40, Slim sugiere que un enfoque más beneficioso podría ser mantener la jornada actual, pero con un aumento significativo en los ingresos, argumentando que esto ofrecería una mayor mejora en el nivel de vida de los trabajadores. Su planteamiento pone en debate la premisa de que menos horas de trabajo se traducen necesariamente en un mejor bienestar.
La propuesta en cuestión, promovida por la diputada Susana Prieto Terrazas, busca modificar el artículo 123 de la Constitución y el artículo 69 de la Ley Federal del Trabajo para reducir la jornada laboral semanal y asegurar al menos dos días de descanso. Sin embargo, en octubre de 2023, la Cámara de Diputados no aprobó el dictamen, lo que ha retrasado su avance. A pesar de este contratiempo, se han llevado a cabo foros de discusión y la Comisión de Puntos Constitucionales ha aprobado el dictamen para su futura consideración en el pleno, con la expectativa de una posible implementación en 2024.
En la actualidad, la jornada laboral en México se divide en diurna, nocturna y mixta, con un máximo de 8, 7 y 7.5 horas diarias, respectivamente. México se distingue en América Latina por su alta cantidad de horas trabajadas anualmente, con un promedio de 2,127 horas, según datos de la OCDE. A pesar de los beneficios potenciales de reducir la jornada laboral, que incluyen un mejor equilibrio entre vida laboral y personal, Slim considera que una propuesta alternativa podría ofrecer mejores resultados en términos de generación de empleo y sostenibilidad económica.
Durante la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, Slim sugirió una jornada laboral de 36 horas distribuidas en tres días de trabajo de 12 horas cada uno, con una edad de jubilación extendida hasta los 75 años. Este enfoque, según Slim, respondería a la creciente demanda de fuerza laboral y ayudaría a evitar la crisis en los fondos de pensiones. Aunque reconoció que algunos países han experimentado con jornadas laborales de cuatro días, él cree que su propuesta de tres días podría generar más oportunidades laborales y una mejor sostenibilidad financiera.