Monserrat Hernández/Grupo Marmor
El 7 de agosto se conmemora el Día Mundial de los Faros, una fecha dedicada a homenajear a estas emblemáticas edificaciones situadas habitualmente en puntos claves que dejan paisajes increíbles frente al mar.
Los faros han sido históricamente una guía invaluable para las embarcaciones durante las noches y en los días de tormenta, proporcionando señales luminosas que han salvado innumerables vidas y evitado naufragios.
Por ello, esta celebración tiene como objetivo reconocer y divulgar la importancia de ellos en la señalización marítima.
Los faros son grandes construcciones en forma de torre. Poseen un sistema de iluminación conformado por un foco luminoso y un mecanismo de giro, útiles en la navegación nocturna. Generalmente se ubican en las entradas de los puertos, islotes y costas rodeadas de arrecifes.
Este día mundial surgió inicialmente en Estados Unidos de América, conocido como el Día Nacional del Faro, para conmemorar la firma de la Ley para el Establecimiento y el Apoyo de Faros, Balizas, Boyas y Muelles Públicos aprobada por el Congreso de los Estados Unidos, en 1789. Posteriormente varios países se adhirieron a esta celebración.
Algunos de los faros más icónicos de mundo son el Peggys Point, el Hércules y el Malariff, por mencionar algunos.