La ciencia ficción espacial tiene muchas joyas, pero una que destacó y dejó una marca indeleble en el cine es Alien: El octavo pasajero. Estrenada en 1979 y dirigida por Ridley Scott, esta película no solo revolucionó el género al fusionar el horror con el misterio del espacio, sino que también casi costó el empleo a su director debido a su final originalmente brutal.
¿De qué trata Alien: El octavo pasajero?
La película sigue a los siete miembros de la tripulación de la nave de carga Nostromo, quienes, en su viaje de regreso a la Tierra, reciben una enigmática señal desde un planeta deshabitado. Al investigar, sin saberlo, los personajes, encabezados por Ripley, llevan a bordo una peligrosa forma de vida extraterrestre.
La película sobresale por el miedo que genera “lo desconocido” y la sensación claustrofóbica de estar atrapado en el vasto espacio. Sin embargo, el verdadero atractivo radica en el aterrador xenomorfo, cuyo impacto ha dejado una huella en muchas producciones posteriores y parodias del género.
La combinación de ciencia ficción y terror convirtió a la película en un éxito global y la estableció como una franquicia influyente en el entretenimiento.
El final alternativo que casi cuesta el puesto a Ridley Scott
Advertencia: Spoilers adelante. El final de Alien es conocido por la muerte brutal de la tripulación a manos del xenomorfo, dejando a Ripley como la única superviviente. Sin embargo, el final original era aún más sangriento.
En una entrevista con Entertainment Weekly, Ridley Scott reveló que el borrador inicial incluía una escena donde Ripley moría violentamente, siendo estrellada contra una pared y desmembrada por el alienígena. Al comunicar esto al estudio, Scott sintió la tensión del otro lado del teléfono, y el primer ejecutivo de FOX llegó a amenazar con despedirlo.
Finalmente, la película tomó un rumbo diferente en su corte final, dando lugar a una exitosa franquicia y a la reciente entrega, Alien: Romulus, que acaba de estrenarse en los cines de México.
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