Mafer Arévalo/ Grupo Marmor
Es bien sabido que en decenas de ciudades del país existen las fuentes o piletas que adornan las plazas e inclusive los callejones más estrechos, algunas de esas fuentes han llegado con el paso de los años y otras se han conservado desde la antigüedad tal es el caso de las fuentes en la ciudad de Morelia y junto con ella va otro tema de un curioso interés uno de los oficios más antiguos y extintos de la historia mexicana nos referimos a los “aguadores”.
Hacia 1920 este antiguo oficio se les atribuía a las personas que ofrecían la participación de agua para el uso doméstico en la recién poblada ciudad de Morelia, la cual transportaban en maromas artilugio que constaba de un palo con un bote de agua en cada extremo este palo iba posicionado en su espalda con apoyo en los dos hombros y sus servicios se cobraban cerca de los dos centavos.
Los aguadores aprovechaban de visitar las fuentes o piletas de la ciudad para llenar sus botes ahí también se podía encontrar a aquellos que no deseaban pagar un aguador haciendo fila en la fuente para poder llenar sus recipientes con agua, lo que en cierta parte convertía las fuentes en un punto de reunión para darle rienda suelta a una pequeña tertulia mientras esperaban para obtener agua, además del tiempo de comprar mercancía ya que los vendedores hacían también acto de presencia.
En Morelia algunas de las fuentes visitadas por los aguadores eran:
-Pila de Santo Niño
-Pila del Carmen
-Pila del Jardín de las Rosas
Hoy en la actualidad podemos representar a un aguador como un repartidor de agua pura para tomar, y bien dicen que las costumbres sólo evolucionan.
No te pierdas Un Dato X la Historia para saber más sobre los aguadores y las pilas de Morelia.