Redacción | Grupo Marmor
Una subasta histórica fue la que puso el ojo en el mercado Toyosu en Tokio, la subasta fue un tema que abarco ramas como la tradición, el lujo y la preocupación ambiental y todo esto por la subasta de un atún rojo de 276 kilogramos el atún que habría sido pescado el pasado 5 de enero ya fue vendido por la gran cantidad de 207 millones de yenes lo que equivale a 1,3 millones de dólares.
La venta de la bestia ha sido marcada como la segunda más alta desde que se comenzó con la tradición de subastar especies desde 1999.
El ganador del primer y favorecedoramente mejor atún del año fue el grupo Sushi Onodera. Este grupo de restaurantes ha estado presente y ha ofrecido cinco años consecutivos sumas económicas considerables para poder llevar el primer atún del año.
¿Y por qué es tan importante?
La tradición marca que el primer atún, será de buena suerte. Shinji Nagao presidente ganador del atún, está seguro de que así se le augura a su grupo de sushi Onodera.
Así que esta subasta combina elementos culturales, así como competitivos, entre las diferentes empresas dedicadas al elaborar platillos con el producto que se gana.
Por un lado, está el auge de la subasta y la tradición, pero por otro la repercusión ambiental; el pescador de este ejemplar se llama Masahiro Takeuchi que expresó que detrás de su captura se encuentra una extraña combinación de felicidad, orgullo y preocupación además de revelar en una entrevista que estaba feliz, pero se preguntaba en realidad cuánto tiempo más podría pescar de esa manera.
El atún rojo es una especie que se ha visto diezmada por unas décadas de pesca excesiva e ilegal y su disminución puede provocar un descontrol en los ecosistemas marinos.