Redacción | Grupo Marmor
Una crisis golpea al sector ganadero de Huimanguillo, Tabasco, donde cerca de 600 reses han muerto tras consumir presuntamente alimento contaminado. La situación, que afecta a al menos 40 productores en 15 comunidades, ha generado pérdidas millonarias y encendió las alarmas entre las autoridades.
De acuerdo con la Asociación Ganadera local, las primeras investigaciones apuntan a que la intoxicación fue causada por la pollinaza, un subproducto del estiércol de pollo utilizado en la alimentación bovina. Ante la emergencia, se enviaron muestras a laboratorios en la Ciudad de México para determinar con certeza la causa del envenenamiento.
Los productores, que han visto desaparecer su patrimonio, también enfrentan escasez de antihistamínicos para tratar a los animales enfermos. Mientras tanto, el gobierno estatal ha recomendado suspender el uso de pollinaza y buscar asesoría con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca para evitar más pérdidas.
En un esfuerzo por frenar la crisis, algunos ganaderos han comenzado a enterrar los cadáveres de los animales para prevenir riesgos sanitarios. La incertidumbre persiste en la región mientras se esperan resultados definitivos sobre el origen del problema.