Redacción | Grupo Marmor
El hallazgo del cuerpo sin vida de una perrita Husky en un balcón del centro histórico de Guanajuato ha desatado una oleada de indignación. El animal, conocida como “Bride”, habría sido dejado sin atención durante días en un departamento del Callejón Nogal, según vecinos que notaron su presencia inmóvil y alertaron sin recibir respuesta.
La historia se viralizó tras difundirse en redes sociales, donde se señaló a dos jóvenes, presuntamente estudiantes de la Universidad de Guanajuato, como responsables del abandono. Aunque la institución no ha emitido un pronunciamiento oficial, el caso ya generó debate social y ético.
Colectivos animalistas, como Tlacuatzín Guanajuato Capital, han pedido justicia sin caer en linchamientos digitales, pero también han subrayado la necesidad de visibilizar estas situaciones ante la aparente pasividad de las autoridades.
Más allá del maltrato animal, este hecho ha provocado una reflexión más profunda: ¿qué valores se están formando en los espacios educativos? ¿Se puede hablar de educación integral cuando se omite el respeto hacia la vida?