Redacción | Grupo Marmor
Un video que ha incendiado las redes sociales muestra una escena de película: un supuesto robot al volante de un Tesla que se da a la fuga y termina en el drive-thru de un Taco Bell, sembrando el pánico entre los empleados. La veracidad del clip, donde la figura parece sorprendentemente real, ha desatado un intenso debate: ¿es un androide auténtico, un disfraz hiperrealista o una ingeniosa creación de inteligencia artificial?
En la secuencia, el enigmático “fugitivo” ordena comida con una voz robótica que estremece a los presentes. La tensión escala cuando, ante la insistente pregunta de un empleado “¿Eres real?”, el robot no solo afirma estar “harto de los mandatos de Elon Musk”, sino que también choca contra el auto de enfrente, provocando chispas de su “cuerpo”. La imagen es tan impactante que muchos la describen como sacada de una cinta de ciencia ficción.
Aunque gran parte de la audiencia apunta a un montaje elaborado o un disfraz excepcional, el video ha reavivado la inquietud global sobre el vertiginoso avance de la robótica y la IA. En un panorama tecnológico donde empresas como Tesla, Boston Dynamics y Figure AI desarrollan humanoides cada vez más sofisticados capaces de tareas complejas y aprendizaje en tiempo real–, y herramientas de IA como Sora o Runway crean contenidos indistinguibles de la realidad, la línea entre lo posible y lo fantástico se difumina. Este incidente, real o no, alimenta la conversación sobre un futuro donde las máquinas se integren plenamente en la vida cotidiana, planteando desafíos éticos y laborales en un mercado que, según Statista, superará los 94 mil millones de dólares en 2025.