Redacción | Grupo Marmor
En un giro sorprendente para la conservación del vital líquido, Saltillo, Coahuila, ha encontrado a su aliado más peludo y efectivo en la lucha contra el desperdicio de agua. Se trata de ‘Manchas’, un perro de raza Bretón Español, aclamado como el “ingeniero canino” de México. Este extraordinario ejemplar es la pieza clave de un innovador programa de detección de fugas ocultas implementado por Aguas de Saltillo (AGSAL), en colaboración con Veolia.
Inspirado en exitosas iniciativas internacionales de países como Australia, Chile, Perú y Francia, este modelo combina tecnología satelital con el asombroso sentido del olfato canino. ‘Manchas’, con sus 16 meses de vida, forma parte de un selecto grupo global de apenas 25 perros adiestrados para identificar el cloro en el agua potable, incluso a dos metros bajo tierra, gracias a sus más de 300 millones de células olfativas.


Su rutina diaria es precisa: tras la identificación de zonas sospechosas vía satélite, ‘Manchas’ recorre estos sectores junto a su entrenadora, Mariana Celaya. Cuando el perro detecta una fuga, se detiene, apoya sus patas y recuesta la barbilla, una señal inequívoca para las brigadas de AGSAL. En un lapso de 24 a 48 horas, los geofonistas confirman el punto, excavan y reparan la filtración. En sus primeros tres meses, ‘Manchas’ ha logrado localizar más de 150 fugas en recorridos diarios de hasta 4.5 kilómetros, demostrando ser un “sensor ambiental altamente confiable”, como señala Marcela Carmona de AGSAL. Este programa no solo busca preservar el agua, sino también consolidar a Saltillo como un referente en soluciones innovadoras y sustentables.