La noche del 15 de julio de 2025 se convirtió en una pesadilla para los habitantes de Zapopan, Jalisco, cuando lluvias torrenciales desataron un caos sin precedentes, dejando a su paso devastadoras inundaciones, heridos y la trágica muerte de un bebé. La fuerza inusitada de la tormenta provocó el desborde de un canal en la colonia Martinica, convirtiendo las calles en ríos que arrastraron todo a su paso.
Vehículos fueron impulsados por la corriente hasta terminar en posiciones inverosímiles, como autos encaramados sobre postes, mientras que los muebles de las casas terminaron dispersos en las vialidades, testimonio de la furia del agua. El saldo preliminar de este evento catastrófico incluye once personas lesionadas, entre niños y adultos, quienes sufrieron las consecuencias directas de la crecida.
La comunidad de Zapopan amanece hoy con el dolor y la desolación de ver sus propiedades convertidas en escombros. Las autoridades locales ya trabajan en la evaluación de daños y la implementación de acciones de apoyo para los afectados por este desastre natural que ha marcado profundamente al municipio.