Redacción | Grupo Marmor
Un trágico accidente ferroviario sacudió la región de Baden-Wurtemberg, en el suroeste de Alemania, este domingo 27 de julio. Un tren regional con aproximadamente cien pasajeros a bordo se descarriló en una zona boscosa entre Riedlingen y Munderkingen, cerca de Stuttgart, dejando un saldo inicial de al menos tres personas fallecidas y múltiples heridos.
El incidente ocurrió alrededor de las 18:10 hora local, cuando dos vagones del convoy se salieron de las vías en un terreno de difícil acceso. Los equipos de emergencia, incluidos bomberos y helicópteros, se movilizaron rápidamente para atender la situación y evacuar a los heridos a hospitales cercanos, aunque las labores se vieron dificultadas por la ubicación del siniestro.
Si bien la Policía de Stuttgart inicialmente reportó cuatro fallecidos, la cifra fue corregida a tres, con decenas de heridos cuyo estado de gravedad aún no ha sido detallado por completo por las autoridades. Medios locales, citando a los servicios de emergencia, han reportado hasta 34 heridos, mientras que el tabloide ‘Bild’ mencionó 50.
Las primeras hipótesis apuntan a un posible deslizamiento de tierra como causa del descarrilamiento. La región ha sido azotada por violentas tormentas, y Thomas Strobl, ministro del Interior de Baden-Wurtemberg, desde el lugar del accidente, indicó que no se descarta que las fuertes precipitaciones y el consecuente corrimiento de tierra hayan influido en el suceso.
Desde la cúpula política, el canciller alemán Friedrich Merz manifestó su “profunda consternación” y extendió sus condolencias a las víctimas y sus familias. A través de su cuenta en X, el mandatario aseguró estar en comunicación constante con los ministros de Interior y Transporte, instándolos a destinar todos los recursos necesarios para apoyar las tareas de rescate. Este lamentable evento reabre el debate sobre la antigüedad y el mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias en Alemania.