Intensas lluvias azotaron la región metropolitana de Seúl, provocando graves inundaciones en varias zonas, especialmente en el distrito de Gyeyang-gu, Incheon. Las precipitaciones llegaron a alcanzar hasta 150 mm por hora, con acumulaciones superiores a los 200 mm en áreas como Yeongjongdo y Gyeongseo-dong, lo que generó un colapso parcial en la infraestructura urbana y un alto nivel de afectación para la población.
En Gyeyang-gu, y particularmente en la zona de Jakjeon-dong, las lluvias ocasionaron inundaciones significativas en viviendas y establecimientos comerciales, así como el cierre temporal de la vía subterránea Tokkigul. Estas condiciones alteraron la movilidad, incrementaron el riesgo para los habitantes y obligaron a evacuar a numerosas personas de áreas vulnerables.
Los daños registrados incluyeron colapsos de carreteras, aparición de socavones, interrupciones en el servicio ferroviario y bloqueos en las principales vías de acceso. Las autoridades evacuaron a más de 800 personas en riesgo, mientras que el nivel de alerta por deslizamientos fue elevado a “grave” en la región metropolitana de Seúl, Incheon y Gyeonggi, debido a la saturación del suelo.
En respuesta a la emergencia, los gobiernos local y nacional activaron centros de respuesta, desplegaron equipos de rescate y emitieron alertas por mensaje de texto para informar a la población. Más de 4,000 hogares recuperaron el suministro eléctrico, se ordenó el cierre de parques ribereños y senderos de montaña para prevenir accidentes, y se logró rescatar a al menos 145 personas atrapadas en vehículos o viviendas inundadas. Las tareas de evaluación y rehabilitación de las zonas afectadas continúan en curso.
Las autoridades recomiendan a la ciudadanía evitar transitar por áreas inundadas o con riesgo de deslizamientos, seguir estrictamente las instrucciones oficiales, permanecer en lugares seguros hasta nuevo aviso, y mantenerse informada mediante fuentes confiables y canales gubernamentales.
La situación continúa siendo monitoreada de cerca con el fin de garantizar la seguridad de los residentes y acelerar el proceso de recuperación en las zonas afectadas.